Éste miércoles de portadita se ha hecho esperar, pero todos sabemos que lo bueno se hace esperar, y ya que es la última parte mejor que llegue de sorpresa. Cuatro semanas seguidas, descubriendo juntos las etapas por las que pasará Sasha. Pero todo lo bueno se acaba, y aunque esto no ha hecho más que empezar, éste es el último resumen de Francesc Miralles y la última ilustración de Berto Martínez. Aunque esta estrella se apague, nos quedan muchas más por descubrir.
ESTRELLAS QUE SE APAGAN
El telescopio se revelará como un elemento importante, también a nivel simbólico, ya que los protagonistas de ØBLIVIØN sienten que pertenecen a un mundo muy lejano. La chica de los pantalones rojos tuvo un telescopio en la azotea de su casa. Sasha siempre había deseado tener uno y, ahora que se ha enamorado, cada estrella en el firmamento le recuerda a ella, que siente lo mismo por él. ¿Por qué entonces su amor es tan difícil y peligroso?
Un telescopio, siempre he querido tener uno, como Sasha, pero nunca lo he podido conseguir. El Universo es algo que nos llama, a todos, pero ¿porque?
¿Alguna vez habéis tenido o habéis querido un telescopio? ¿Cuál es el peligro del amor entre Sasha y la chica de los pantalones rojos? Y... ¿Cómo creéis que se llama la chica?
Nunca he sido muy de telescopios la verdad.
ResponderEliminarAunque he de reconocer que tiene su magia, ayuda a ver más grandes las cosas lejanas, aquellas que están cerca aunque estén muy lejos.
Ayuda a ver las estrellas, aunque soy demasiado inculta y no sé diferenciarlas.
A la que le encantará esta entrada es a mi amiga del alma telepática. Ahora que no nos oye, desde pequeñita se fascinó con las estrellas.
Seguro que Francesc nos acerca a ellas con sus palabras llenas de magia.
Porque el amor nunca es fácil, siempre tiene algo de díficil y de peligroso.
Creo que el peligro entre ambos puede ser el olvido. OBLIVION. Que no se recuerden al salir del bar, que él la tenga en el fodo de su mente, pero ella no le recuerde al salir de esa realidad plagada de virus extraterrestre...
Esa es mi teoría chicos, el olvido!!
Abrazos olvidados para todos.
Rebeca.
¡Muchas gracias, Rebeca, por tus poéticas palabras!
ResponderEliminarNo es de inculta no diferenciar las estrellas (yo tampoco tengo ni idea de constelaciones), lo importante es asumir que hay otros soles y mundos más allá de este.
Tales de Mileto cuando miraba el cielo nocturno exclamaba: "¡Está lleno de dioses!"
Abrazos inolvidables :-)
La primera vez que pedí un telescopio tenía 8 años. La Luna y las estrellas fueron mis mejores amigas durante mucho tiempo. Aún lo son. Pero las veo a ojos descubiertos...
ResponderEliminarMe congoja la idea de que la luz que ahora veo, hace millones de años que, quizá se apagó.
¡Es fascinante!
Como dice Rebeca, me encanta esta entrada.
PD: Hay una constelación que se ve durante todo el año (las hay que sólo se ven en invierno, como Orión) Esa constelación es Casiopea. Tiene forma de W... Puede ser nuestra conexión, si queréis ;)
Besos,
Mai
Yo no recuerdo cuando fue la primera vez que pedí un telescopio, me encantaba y me encanta el espacio: las estrellas, los planetas, los satélites, los cometas, los meteoritos, ... Todo, el espacio es algo fascinante y siempre he vivido maravillado.
ResponderEliminarDespués fui investigando y descubrí que SÍ hay vida fuera de este planeta,y tal vez procedemos de ella, así que podríamos ser extraterrestres.
Y los nombres de Dioses que llevan los planetas, las constelaciones, ... hacen que aun me guste más el espacio.
Sería interesante eso de la constelación de Casiopea: la madre de Andrómeda, la esposa de Perseo.